Los funcionarios llevaban años solicitando una alternativa al carrito de la
compra que tenían que utilizar para transportar los expedientes
A. MAHÍA
A Coruña / La
Voz 15 de febrero de 2014 05:00
Los
funcionarios de la Fiscalía coruñesa llevaban años solicitando una alternativa
al carrito de la compra que tenían que utilizar para transportar los
expedientes de los fiscales desde el edificio de la Audiencia al de los
juzgados, que están pegados. Sus ruegos fueron al fin escuchados por la
Consellería de Presidencia y esta semana les enviaron un carro con motor
eléctrico para que los funcionarios no se dejasen la espalda, como se la
dejaban, empujando un cesto con ruedas que superaba, cargado, los cien kilos de
peso. El problema es que el flamante carro no sirve, pues es más ancho que la
puerta de los ascensores. Así que no entra. Ni en el elevador ni en algunas
estancias del edificio, lo que hace inútil el invento, según la sección
sindical de Xustiza de UGT.
El caso es que este carrito costó 3.000 euros.
Y aunque entrase en el ascensor, tampoco sería muy eficaz, pues al no tener
pared lateral, «los papeles podrían salir volando o caer en la vía pública»,
según Sergio Riveiros, portavoz del
sindicato. Tampoco la plataforma autopropulsada está cubierta, lo que
conlleva que los expedientes -causas penales- se mojen los días de lluvia.